Cuánto más tiempo le dedicamos a algo, más evidente resulta el valor que tiene para nosotros. Si quieres conocer las prioridades de una persona simplemente fíjate en qué usa su tiempo. Cuando le dedicamos tiempo a una persona le estamos dando parte de nuestra vida, el mejor regalo que puedas darle a alguien es tu tiempo. En este mundo híperapurado en el que vivimos, las relaciones interpersonales y la comunicación se ha deteriorado bastante. Es increíble. Vivimos en el siglo de la comunicación pero estamos tan incomunicados. Muchos no pueden entender a su esposa o a sus hijos argumentando que no saben porqué se quejan, “Les doy todo lo que necesitan. ¿Qué más quieren?” ¡Te quieren a ti, tu tiempo compartido con ellos, quieren tu atención y tu interés! ¡Aunque cueste! Siempre que dediques de tu tiempo estarás haciendo un sacrificio y el sacrificio es la esencia del amor. Por eso dice la Biblia: “Traten a todos con amor, de la misma manera que Cristo nos amó y se entregó por nosotros.” Es posible dar sin amar, pero es imposible amar sin dar. Somos egoístas casi siempre la mayordomía de nuestro tiempo. Alguien dijo que la escala de valaores correcta es: primero Dios, después los otros y por último yo, pero el ego grita: último yo? Nunca. Así estamos “Tánto amó Dios al mundo que dio” Amar es entregarse y el momento para expresar tu amor genuino es ahora. La Biblia recalca: “Siempre que tengamos oportunidad, hagamos bien a todos”, “aprovechando bien el tiempo porque los días son malos”, “Nunca digas a tu prójimo: Vuelve más tarde y te ayudaré, si en tu mano tienes con qué ayudarle.” ¿Por qué este es siempre el mejor momento para expresar tu amor? Porque no sabemos si mañana tendremos la misma oportunidad. Las circunstancias cambian, las personas se mueren, los hijos crecen... Si quieres expresar tu amor, más vale que lo hagas ahora mismo. Al ver tu necesidad, Dios no perdió tiempo y dio como un regalo a su hijo por ti en demostración de su amor. ¿No será hora de que comiences a dedicarle un poco de tu tiempo a Él?
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