
El libro de Éxodo, es un registro claro de la normativa de conducta y ética que Dios espera de sus seguidores.
Una vida de éxito comienza con el conocimiento genuino y experimental de Dios. Sin esa premisa, los intentos de felicidad y triunfo serán solo una utopía llena de buenas intenciones.
El conocer verdaderamente a Dios debe afectar nuestra conducta y hacer nuestras vidas fructíferas.
- “Yo soy el que soy”, respondió Dios a Moisés en Éxodo 3:14, como dando a entender que esta declaración es incuestionable fundamento sobre el que edificar la vida. Sí Él se revela a sí mismo de esta manera y la única forma de aceptarlo es por la fe, no hay otra.
- Pero toda su soberanía se viste de misericordia al compadecerse de la enfermedad humana del corazón llamada pecado cuando el mismo Yo Soy, se presenta en el 15:26 como: “Yo soy el Señor, que les devuelve la salud."
- Otro nombre que revela el carácter de Dios en este libro para conocerle es el que aparece en 17:15: “Moisés edificó un altar y lo llamó "El Señor es mi bandera". Reconocer a Dios como mi bandera significa que voluntariamente me rindo ante Él como quien se inclina ante el estandarte de alguien que es más poderoso. ¿Sabes?, El éxito en la vida consiste en rendirte a Sus pies. Los orgullosos nunca tendrán el privilegio de descubrir a Dios mucho menos el plan de Él para sus vidas, pero con Él como bandera, dijo Pablo en Romanos 8:37 que somos más que vencedores”.
- Por último, el 4° paso es el que se destaca en el capítulo 31: 13 donde Dios mismo dice a su pueblo “que yo, el Señor, los he consagrado para que me sirvan.” Sí. Dios nos ha llamado y apartado para que le sirvamos. Nos ha santificado para ÉL, nos ha escogido y su vida en nosotros hace posible ser santo como Él es santo.
Al fin y al cabo comprendemos que Dios quiso darse a conocer para que seamos como Él es, y ese es el secreto de una vida plena y feliz.
Por: Pablo Martini
Por: Pablo Martini
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