REFLEXIONES PARA EL ALMA

RENDIREMOS CUENTAS

Dice el predicador de Eclesiastés en su capítulo 11:9 de la Santa Biblia: Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu *corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu corazón y responde al estímulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto. Si estás pensando que vivir una vida piadosa que agrade a Dios significa amargarte la juventud, soportar una adolescencia privada de placer, poner cerrojo a las emociones que saltan dentro de tu corazón y enfocar tu mirada solo a reglamentos impuestos por Dios sin distraer tu vista con las cosas agradables de la vida, déjame decirte que estás muy equivocado. Lo acabas de escuchar directamente de la palabra de Dios. Palabras como alegría, disfrute, corazonadas y ser estimulado dan pinceladas de color a este texto de Eclesiastés y a la vida de aquellos que hemos descubierto que seguir a Dios y vivir de acuerdo a su palabra es lo más emocionante y estimulante que te puede suceder en a vida, y que lejos de sufrir una religión aburrida, ser cristiano es una relación divertida, edificante y plena de placer. De hecho, Dios puso en ti y en mi la capacidad de sentir y dar placer y Él es el más interesado en que tú seas feliz. Dijo Jesús en San Juan 10:10: “yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia.” Es del diablo la idea de que el cristianismo es para aburrirse y que pierdes el tiempo encerrado en una iglesia. Él te susurra: vive la vida loca, aprovecha el tiempo, qué vas a hacer metido en esa iglesia, no pienses que hay un ajuste de cuentas en el futuro... Y te distrae con muestras fugaces de placer, y alegría momentánea, dosis de disfrute pasajero que necesitas consumir cada vez más seguido para sentirte vivo. Solo para descubrir que te sientes cada vez más satisfecho. La vida de pureza trae alegría y paz al pensar en el encuentro cara a cara con el Creador Sólo con Jesús en el corazón y una conciencia limpia de culpa por saberse perdonado por la sangre de Jesús, podrás saber lo que es la verdadera libertad y la perdurable y plena felicidad. Lo demás, es puro cuento.